
“La octava noche” es un texto que nace a partir del poema “El cuervo”, de Edgar Allan Poe, y “El corazón delator”, una de las narraciones extraordinarias del mismo autor. Si bien otros dos relatos prestan un par de detalles al texto (“La caja oblonga” y “Manuscrito hallado en una botella”), son estos dos primeros los que sirven de plataforma para desarrollar la verdadera trama de la obra.
SINOPSIS
“!Es verdad¡ Soy nervioso, terriblemente nervioso. Siempre lo he sido y lo soy. Pero, ¿podría decirse que estoy loco?…” Con esta reflexión arranca el espectáculo de la mano de un joven débil y cansado, en tristes reflexiones embebido, inclinado sobre un viejo y raro libro de olvidada ciencia. Pero, ¿podría decirse que “La octava noche” habla de la locura? Pues no, o no únicamente. La batalla entre la razón y la locura, entre la luz y la oscuridad, entre la vida y la muerte, entre la realidad y lo onírico, se desarrolla a lo largo de tres jornadas, pasado el filo lúgubre de la media noche, bajo el ala de un hórrido cuervo vetusto y amenazador, y la mirada penetrante del ojo azul pálido, vestido por una fina película que lo cubre, de un enjuto y misterioso anciano.
Con estos ingredientes “La octava noche” se convierte en una pieza con un tacto extrañamente frío, pero que producirá una sensación de calurosa calma que, a buen seguro, anulará los sentidos.